guía para ingenieros espirituales

jueves, mayo 12, 2005

Extracto de un día interesante

Suena el despertador del móvil, miras la hora, las 07:30. Tienes sueño, cambias la hora del despertador a las 07:55, sigues durmiendo. Vuelve a sonar, miras la hora, las 07:55. Tienes sueño, cambias la hora del despertador a las 08:30, sigues durmiendo. Tu madre entra a la habitación, va al vestidor, coge la ropa y se va. Sigues durmiendo. Suena el despertador, miras la hora, las 08:30, te maldices por haber perdido una hora, sigues en la cama haciendo el vago, vuelves a mirar la hora, las 08:37. Te levantas finalmente, vas a hacer tus necesidades, vuelves al estudio, enciendes la pantalla. Dos conciertos de The Clash te esperan esta tarde. Los Pacers han ganado a los Pistons, ganan el factor de campo, te alegras. Las 08:47.

El miedo empieza a recorrer tus venas, sólo tienes hasta las 10:30. Empiezas a repasar las obras que pueden salir en el exámen. Te encuentras para empezar a La Carga de Casas, al cabo de un rato ves por fin una obra que te gusta, la Composición IV de Kandinsky, más tarde te frotas los ojos porque la Radiación Humana de Tobey a estas horas de la mañana confunde un poco. Punto y aparte con el Gernika. Sigues con el Interior Holandés I, más tarde te preguntas qué coño debió ver Dalí en Gala. Caes en las redes del puto Warhol y su Sopa Campbell's, que odias más que ninguna otra obra. Piensas en el plátano, en Lou, en Nico y en la Velvet. Vuelves para atrás, para recordar un dato de Los Niños En La Playa de Sorolla, los niños que hacen agujeros en la arena con su polla. Sigues con Pollock, con el Triond de Vasarely, te cagas en la cinética, en el op art y en el dripping.

Las 10:27. Lo has conseguido, has repasado todas las obras. Te vas directo a la ducha. Te duchas, tardas una eternidad como siempre. Te vistes, te peinas, te afeitas aquella zona que hay entre el labio superior y la nariz, como siempre. Miras el resto y una vez más, pasas de afeitarte el resto. Te peinas cómo solo tú sabes, y sales. Miras la hora, las 10:51. A las 11:00 tienes un exámen final de Historia del Arte, y tú vives a más de 15 minutos de el instituto. Bueno, ya llegarás. Sales rápido, con paso ligero, pero sin correr. Ya estás llegando, deben ser más de las 11 ya, pero un conductor te para. Te pregunta por la calle Montserrat, pero tú piensas en Kandinsky, en Sorolla, en Warhol y el porqué de la obsesión de Dalí con Gala. No recuerdas la calle, estás bloqueado. Le dices lo primero que te sale y el tío te lo agradece, tú piensas que porqué coño siempre te pasan a tí estas cosas. Planificación, previsión, te respondes.

Ya has llegado. La puerta abierta, no debe ser tan tarde. Bajas corriendo las escaleras, aunque entonces recuerdas que hace un mes te lesionaste del tobillo y que no sería bueno forzar. Vas lento, pero llegas. La puerta de la clase abierta. Guay. Le sueltas la excusa del tipo que te preguntó, sueltas cuatro palabrotas para mostrar tu enfado por llegar tarde y te vas a tu sitio, ahí, al final de la clase. El punto más alejado de la clase, del profesor, de la puerta, de todo. Ahí.

Y lo ves, tres obras. Picasso, Casas, Oldenbaum. Gernika, La Carga, Las Cerillas. Completito. El miedo se disipa. Con tranquilidad, una tras otra. Ejerces un acoso y derribo como pocos has visto últimamente. Empiezas a filosofar entre líneas, y te cargas de paso cuatro teorías. Entregas el exámen, te liberas, sales al pasadizo y esperas encontrar a alguien. Los que habían terminado antes deben haber marchado. Lástima. Das un corto paseo esperando que tu amigo Isaac salga, y mientras vas merodeando por el pasadizo, quieres verla. Lo necesitas. No has podido hacer nada con ella desde el sábado. Vaya, tienes mono. Paseas por delante de su clase, miras por la ventana, la ves, te ven todos, te vas. Sale Isaac. Os váis, salís ya del instituto. Vuelven Marc y Juanlu. Ellos se quedan fumar hierba, tú también quieres quedarte. Isaac y tú os váis a dar una vuelta por el pueblo con el coche mientras escucháis a SFDK, a Dogma Crew, a Doble V y a tantos otros. Te compras un par de bolsas de papas, te compras dos Fantas, de limón cómo no. Vuelves al instituto, en las afueras ya hay más gente. Salen Meri y Eli, con cara de pocos amigos, el exámen, perdón, los dos exámenes de química que han hecho en hora y media las ha dejado hechas polvo. Pero estás alegre, Marc está alegre, Juanlu está alegre, Mariona está alegre, Ona está alegre, Aïna está alegre. Isaac está aparcando.

Dentro de poco salen los de 1º de bachillerato, saldrá ella, saldrá Carla, saldrá Judith, saldrá la gente a descansar un rato. Roy quiere irse, tiene hambre. Coge la moto y se va, pero antes le dices que estudie filosofia, que recuperar todo el curso es algo casi imposible, pero que no desista. Y ella ya ha salido, y está esperando a que Roy se vaya y te pueda saludar, pero antes de que hayas comprendido esto, ya os habéis cruzado la mirada dos o tres veces. Oh, cómo adoras esa mirada, cómo os gusta miraros con esa complicidad que pocas personas pueden entender. Y otra, y otra. Cómo disfrutáis mirándoos de este modo, para vosotros es excitante. Se va Roy. Por fin os saludáis, volvéis a mediar palabra entre vosotros tras casi un año sin hablaros, y más de dos desde que os empezásteis a relacionar. Es maravilloso, tenéis un poco de vergüenza, porque os cuesta romper el hielo, pero ella toma las riendas y te coge la mano, te saluda y te sonríe. Sí, porque la sonrisa también os encanta. Te reprocha que no le has dicho nada, le recuerdas los mensajes, quieres contarle lo de este blog, pero no te atreves, y ella se maldice porque tiene el móvil apagado siempre. No te acordabas de ello. Da igual, estáis ahí juntos, las palabras ahora sobran, habláis de temas banales, porque cuesta, habláis, pero no le prestáis atención a lo que decís, simplemente os miráis y os alegráis de recuperar aquello que habíais perdido.

Sigue la fiesta, habláis de que este sábado ya está montada la fiesta. Sí hombre, aquella de la que hablabas el otro día en el blog, cuando incluso había el template viejo. En aquél post titulado 19:24. Bueno, pues esa. Ella vendrá. Y primero no tenías muchas esperanzas dipositadas en ello, pero joder, luego te acojonas un poco, porque aquél fue el escenario de vuestra ruptura, y los fantasmas del pasado siempre vuelven. Aunque será paradójico que aquél lugar donde todo se fue a la mierda, será dónde nos reencontremos de manera triunfal. Algo simbólico, significativo, no sé, da igual.

Y luego has ido a visitar a Juan Carlos, como lo echarás de menos. Por suerte tienes su móvil, su mail. Pocos profesores como él vas a encontrar allí dónde vayas. Luego ves a Maricel, y piensas en los exámenes de catalán de este trimestre. Horrorosos. Y en cuanto me ve, me coge y no me suelta. Me preocupas, te dice, qué te pasa, continua. Y tú que no tienes argumentos. Es que no sé más, no me gusta, sueltas. Por suerte en los meses anteriores sí has sabido moverte, y es lo que te salva. Pero es horrible la nota. Cómo en el fondo te aprecia más de lo que crees, no te ponga un 1 y te ponga un 3, pero le has jodido un poco porque no se lo esperaba.

Y finalmente, volvéis otra vez al aire libre con Isaac, ahí siguen aquellos que han terminado, aquellos que ya sólo les queda mañana y serán libres, que sólo tendrán que repasar para la selectividad. Tú eres uno de ellos. Pero Isaac te lleva a casa, porque vives lejos y eres un vago, y él, como se ofrece, pues aceptas. Llegas a casa, y visitas el foro. Pones la música que escuchas estos días, ya sean Jeans Team, Japanese Telecom, Mount Sims, más electro, más indie, pero decides que hoy estás contento. Abres la lista del Winamp que se llama Yo Brotha A Wa Ta Ge Hai, y empieza a sonar Gentleman. Querías escuchar a Sizzla y a Beenie Man, a Carlinhos Brown y su Carlito Marrón, a los riddims de dancehall...

Hoy eres feliz, y aquí estás, escuchando Gentleman y escribiendo esto. Te enrollas como nadie, te hablas a tí mismo y afrontas la vida de un modo tan diferente al del jueves pasado, que te sorprendes. Pero no buscas porqués, no buscas motivos, no buscas razones. Las sabes de sobra ¿verdad?

6 comment(s):

Será que te lo mereces...digo yo...y bien lo sabes tú, qué te mereces hasta ese uno...;)

Esta claro lo mejor es eso, el Ave Fénix que revive desde su cenizas...

Besos.Adiós.

By Anonymous Anónimo, at jueves, mayo 12, 2005 5:55:00 p. m.  

Jeje, supongo. Tan bueno he sido como tan cabrón. Supongo que por una parte ya he sufrido bastante, y ahora me toca disfrutar.

Ya sólo falta un poquito y te digo que no me falta nada en mi vida.

By Blogger aguantísimo, at jueves, mayo 12, 2005 7:55:00 p. m.  

Ohhh...eso nunca se puede decir, cuando alcanzamos lo que queremos, queremos algo más...seguro, en eso consiste la vida, en seguir buscando más...
Besos.Adiós.

By Anonymous Anónimo, at jueves, mayo 12, 2005 8:22:00 p. m.  

Cierto, cierto. Pero mis mayores motivaciones y deseos se verían completados.

Claro que luego, evidentemente, tendría otros motivos de desdicha.

Puta vida...

Bueno, de momento falta conseguir lo primero para cagarse en lo otr.

By Blogger aguantísimo, at jueves, mayo 12, 2005 8:32:00 p. m.  

Enhorabuena, de corazón, porque ahora sí parece que has puesto la directa hacia la felicidad.
Hazlo por nosotros, por los que creemos en ti: coge la felicidad fuerte esta vez y no la sueltes, aférrate a ella y disfruta, eso por encima de todo: disfruta, joder.

Di

By Anonymous Anónimo, at viernes, mayo 13, 2005 10:53:00 p. m.  

Gracias Diana. No me vas a creer, pero cuando soy feliz así, siempre pienso en un par de amigos de por aquí que nunca han perdido esa esperanza de la que me habláis. Sí, sois Dani y tú. En los malos momentos siempre me habéis empujado, aconsejado, "obligado" a no mandarlo todo a la mierda, y ahora, os tengo que dar las gracias.

De verdad.

By Blogger aguantísimo, at sábado, mayo 14, 2005 12:07:00 p. m.  

Post a comment

<< Home