¡Lo siento!
El sábado, al despedirnos, me hiciste prometer que hoy nada más vernos de nuevo, vendría y tu y yo nos volveríamos a ver, a mirar a la cara con complicidad y daríamos el siguiente paso, cómo el sábado. Nos prometimos que lo del sábado no sería flor de un día, pero no he podido cumplir la promesa. ¡Lo siento! De verdad, no he podido hacerlo, no nos hemos podido ver y mira que tenía ganas, tenía ganas de volver a mirarnos como el sábado por la noche y pensar que esa mirada ya no escondía un deseo reprimido de los dos, sino la felicidad de haber recuperado aquello que empezamos a perder tan estúpidamente hace ya casi año y medio.Los dos lo hemos pasado mal durante este tiempo. Que sí, que de cara el público siempre hemos sido muy excéntricos, muy extrovertidos, muy divertidos, muy fiesteros, muy amistosos y amigos de nuestros amigos. Somos aquél tipo de gente que llamamos la atención siempre, vete tú a saber porqué, pero es así.
Pero en nuestro refugio interior, de espalda al mundo, lo pasamos mal. Esa efusividad, esa alegría in crescendo tras cada palabra que soltaba y tú estabas delante mío, joder, eso te recuerda a aquel anuncio de Mastercard, no tiene precio. Me hizo gracia el comentario de un gran amigo nuestro, diciendo que habíamos crecido como personas. Es cierto, y me alegro por ello, porque no fue cosa de uno, sino de los dos, fue a la vez, fue el alcohol, fue todo, pero los dos lo queríamos y asi fué.
Y yo no suelo ser tan expresivo, tengo mucho respeto hacía las demás personas (físicamente hablando, quicir, no me tiro encima de nadie por muy bien que me caiga, siempre tiene que ser un fifty-fifty que se dice...si no veo al otro seguro de ello, yo no lo hago), pero joder, tú sí, ¡y de qué forma! Casi nos caemos por esas escaleras en las que estábamos.
En serio, que no tiene precio. ¿Sabes el regalo que me has hecho? Vale, yo a tí también, pero joder, es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo. Me siento lleno de nuevo, y estoy más preparado que nunca para afrontar este verano. Nos lo pasaremos muy bien, muy muy bien.
Gracias. Por todo.
4 comment(s):
Los que exteriorizan la valentía, la alegría de vivir, dan envidia a todos, pero no por eso dejan de sufrir lo mismo que todos los demás, está oculto pero no perdido.
No es ni mejor ni peor, simplemente es una coraza más para salir airoso en la vida.
Besos.Adiós.
By Anónimo, at martes, mayo 10, 2005 12:27:00 p. m.
Exacto, a eso me refiero. Muy poquita gente se ha dado cuenta de lo mal que lo hemos pasado, por no decir casi nadie.
By aguantísimo, at martes, mayo 10, 2005 1:40:00 p. m.
Yo utilizo ese tipo de coraza y no creo que sea nada buena, al final nadie se da cuenta de cuando estás mal y estás acostumbrado a no pedir ayuda nunca, eso acaba pasando factura, pero no sé cambiarlo, ni quiero...creo
Besos.Adiós.
By Anónimo, at martes, mayo 10, 2005 8:05:00 p. m.
Me ocurre exactamente lo mismo. Lo bueno, o malo, es que mucha gente ya me está descubriendo esta coraza, sabe de este comportamiento y de mis idas de olla, y las cosas cambian.
Espero que para bien. Por el momento llevo un último mes muy muy muy bueno. Me siento muy bien conmigo mismo ahora, y bastante feliz, lleno.
By aguantísimo, at martes, mayo 10, 2005 8:14:00 p. m.
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