guía para ingenieros espirituales

19:24

Es el tiempo que falta en este momento para salir por la puerta del instituto y haber terminado oficialmente mis estudios. De bachillerato, se entiende. Luego quedará una semana con exámenes y posteriormente, el día 14, la desvergüenza total. Una liberación que ni las mujeres con los sostenes llevarían tan lejos. Porque a mí no me gusta estudiar. Bueno, supongo que como a casi todos, y alguno pensará que sí, que a nadie le gusta estudiar y que ya ves tú, que exagerado. Es que no me gusta, pero nada nada nada. Nunca me ha motivado. No me motiva estudiar infinidad de cosas que no me ayudan ni me preparan (o para eso dicen que sirve estudiar esas cosas). Así que si no me motiva, ni me prepara, no me sirve, y cómo no me sirve, no me gusta.

A lo que iba: 14 de mayo, si todo se anda, que debe, porque andar, andamos todos los que podemos, puede ser una fecha que si bien no va a ser histórica, si creará precedente. Puede que hasta se haga una fiesta. Ah coño, es que justamente es eso lo que va a pasar.

¿Y tanto jaleo por una fiesta? Pero es que no es una fiesta cualquiera, de hecho no va a tener nada de especial. Vaya, sí, algo de especial sí tiene, y es que nuestra etapa en nuestro querido instituto tocará a su fin tras seis años de estancia. Seis años, que todo sea dicho, me han aportado muchísimo, ya sea en un plano académico, como en el plano personal, dónde he aprendido mucho. Gran parte de lo que soy se ha forjado allí. No todo, porque siempre le echa uno mismo su propia parte.

Y es que estamos en una época que a mí siempre me gusta, y es esta previa al verano, porque la gente se altera, la gente tiene los nervios y los sentimientos a flor de piel, y esto, se nota.

Estamos todos de un cebolleta y un aquí te pillo, aquí te mato que no nos aguantamos.

Y para muestra, un botón: El foro. Fiel reflejo.

Quería comentar algo más, pero lo dejo para otra ocasión.

posted by aguantísimo at 18:36